sábado, 26 de junio de 2010

Humano

Una de las causas de la infelicidad de muchos, al menos de las causas que no son ajenas a los individuos, es no aceptación de la humanidad misma de cada ser.
Por que si tienes deseo por algo, simplemente no lo aceptas, por que negar la humanidad, por que negarse al amor, al sexo, a la venganza, a la curiosidad, la gula a dormir todo un día, no acaso es algo muy humano, las necesidades fisicas, las necesidad de cariño la necesidad de las cosas que las personas necesitamos, que sin embargo hipocritamente negamos, pues negamos nuestra humanidad, no sugiero que nos perdamos en los excesos pues siempre son nocivos, pero si aceptar las cosas que se nos antojan y estar conciente de lo que ganamos si nos negamos al capricho de nuestro cuerpo, por ejemplo aquellos que se inclinan por la pereza, deben aceptar que darse ese gusto los lleva a la carencia, y así cada uno de los llamados pecados capitales tiene su remuneración, dependiendo del exceso.
La encomienda para aceptar la humanidad de uno, es conocerse a uno mismo y saber hasta donde podemos probar lo que nos gusta, hasta donde transgredimos a alguien(principalmente), y despues existe un mundo de posibilidades, pues nos hemos librado de las frustraciones de nuestras vidas.

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