Espiritu de inframundo

La concepción del amor utópico he idelizado,
de una mente joven y necia,
se volvió un fantasma de inframundo.
Ver ese rostro que adoré esa expresión de niña inocente,
esa mirada limpia y coqueta que hace desearlo todo,
no son otra cosa,
que han despertado un horror olvidado,
es que al verte es como ver a un espiritu infame,
que me hace recordar lo peor de mi,
la bestia insaciable y vergonzosa que fuí,
Ese amor desaparecio?
la culpa viene a mi como rayo que paraliza mi pecho,
recuerdo cuando amaba esa sonrisa tuya !!!
maldito sea el amor !!!,
ahora al verte solo conozco el horror,
una parte de mi murio cuando te consideraba olvidada,
como si hubieses sido un sueño o una aparición, me desangras,
no quiero verte nunca más !!!
quiero que desaparezcas, que tu recuerdo se borre,
y que el horror que siento al ver ese rostro de angel desaparezca,
que se diluya en el pasado
como una gota de sangre en el mar.
No puedo decir te quiero, ni te amo,
no quiero nisiquiera recordar lo que sentia al ver tu expresión
ese rostro tuyo que hace me hizo enloquecer,
que detuvó mi pensamiento y me puso en letargo,
eres un demonio y un horror que quiero olvidar.
Espiritu de inframundo que vienes por mi a recordarme
el dolor de amar.

El amor nuevo.

Poema El Amor Nuevo de Amado Nervo

Todo amor nuevo que aparece
nos ilumina la existencia,
nos la perfuma y enflorece.

En la más densa oscuridad
toda mujer es refulgencia
y todo amor es claridad.
Para curar la pertinaz
pena, en las almas escondida,
un nuevo amor es eficaz;
porque se posa en nuestro mal
sin lastimar nunca la herida,
como un destello en un cristal.

Como un ensueño en una cuna,
como se posa en la rüina
la piedad del rayo de la luna.
como un encanto en un hastío,
como en la punta de una espina
una gotita de rocío...

¿Que también sabe hacer sufrir?
¿Que también sabe hacer llorar?
¿Que también sabe hacer morir?

-Es que tú no supiste amar...

Nocturno

Poema Nocturno de Rubén Darío

Silencio de la noche, doloroso silencio
nocturno... ¿Por qué el alma tiembla de tal manera?
Oigo el zumbido de mi sangre,
dentro de mi cráneo pasa una suave tormenta.
¡Insomnio! No poder dormir, y, sin embargo,
soñar. Ser la auto-pieza
de disección espiritual, ¡el auto-Hamlet!
Diluir mi tristeza
en un vino de noche
en el maravilloso cristal de las tinieblas...
Y me digo: ¿a qué hora vendrá el alba?
Se ha cerrado una puerta...
Ha pasado un transeúnte...
Ha dado el reloj trece horas... ¡Si será Ella!...

El aparecido

Como los ángeles de fiera mirada,
volveré a tu alcoba
y me dezlisaré hacia ti sin ruido
con las sombras de la noche

y te daré morena mía,
besos frios, como la luna,
y caricias de serpiente
arrastrándose en torno a una fosa.

Cuando llegue la lívida mañana,
encontrarás mi lugar vacío
y hasta el anochecer seguirá frío

Como otros por la ternura,
en tu vida y en tu juventud,
¡Yo quiero reinar por el terror!

Las flores del mal
Baudelaire

Poema 132 de las flores del mal

¡Maldito sea por siempre el soñador inútil
que por primera vez en su imbecilidad,
apasionándose por un problema insoluble y esteríl
quiso mezclar con las cosas del amor la honestidad !

Baudelaire

Un poema de blake.

La primavera

¡Que resuene el flautín
que ahora está callado!
Delicia de las aves
de día y de noche;
el ruiseñor
en la quebrada,
la alondra en el cielo,
festivamente,
festivamente, festivamente,
para darle la bienvenida al año.

El muchachito,
repleto de gozo;
la muchachita,
dulce y diminuta;
el gallo canta
como tú lo haces;
voz alborozada,
barullo infantil,
jubilosamente,
jubilosamente,
para darle la bienvenida al año.

Corderito,
aquí estoy;
acércate y lame
mi blanco cuello;
deja que tironee
tu lanilla suave;
déjame besar
tu suave rostro:
jubilosamente,
jubilosamente,
para darle la bienvenida al año.

william blake

Me niego !!!

Me niego rotundamente,
me niego a ver televisión con contenido repetitivo carente de imaginación o valores.
me niego a ver comerciales estupidos, a tomar coca cola, a hacer sandwich a llamar por telcel, a leer la revista vanidades, a consumir cuanta comida chatarra quieren que coma, a vestir la marca del patrocinador o calzar esos tenis que me harán un ganador.

Me niego a aceptar la concepción mercantilista del amor, la lujuría con la que me quieren vender algun artículo inutíl, que se me sugiera a quien debo admirar a quien escuchar por quien votar y los argumentos que debo repetir en mis conversaciones.

Me niego, me niego...