Como los ángeles de fiera mirada,
volveré a tu alcoba
y me dezlisaré hacia ti sin ruido
con las sombras de la noche
y te daré morena mía,
besos frios, como la luna,
y caricias de serpiente
arrastrándose en torno a una fosa.
Cuando llegue la lívida mañana,
encontrarás mi lugar vacío
y hasta el anochecer seguirá frío
Como otros por la ternura,
en tu vida y en tu juventud,
¡Yo quiero reinar por el terror!
Las flores del mal
Baudelaire
No hay comentarios:
Publicar un comentario